Telaraña
La araña, sus patas articuladas, peludas, su tráquea colgante, sus uñas venenosas en la boca junto a los palpos y los órganos sexuales. La araña en el centro de la tela devora a los que se acercan. No hay democracia en la tela de araña. La telaraña es una construcción piramidal. No hay posibilidad alguna de participar, de hablar, de sugerir, de negociar. Sólo existe el papel de víctima. Tu vida cuelga del capricho de la araña, ella juega contigo y cuanto más te aproximes al centro, mayor es la probabilidad de que te devore. Tú, amortajado en el ovillo de seda, serás su próximo bocado.