La duda.
Dudar es caminar en el mundo de las ideas al mover una pieza en un juego de ajedrez; es preguntarse siempre el porqué de lo que sea dejando abierto el interrogante cada vez. Dudar es andar esta vida cruel y humana en el paso ebrio de su rígida estrechez y saber lo que se sabe, poco y nada sin encontrar casi nunca razón a lo que es. Dudar es ir viviendo la muerte poco a poco como en un encierro sofocante de vejez enfocar las cosas y no obtener el foco que las capture todas con perfecta nitidez. Dudar es un buscar sabio sin encuentro del pensar mismo en su insaciable avidez, es el hombre en sí definido muy por dentro
en carne y alma con su incógnita a través.